La política argentina, como tantas veces, entró en situación de alto voltaje luego de conocerse que el fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, avanzara en una acusación formal contra Cristina Fernández de Kirchner, supuestamente por encubrir a los sospechosos iraníes del ataque perpetrado en 1994, que marcó el segundo golpe del terrorismo internacional dentro del país -el anterior había sido contra la Embajada de Israel, en 1992-.
El funcionario del Ministerio Público aseveró que la Presidenta de la Nación "negoció la impunidad" con Teherán para desvincular a los implicados, además de denunciar que Nación "firmó pactos secretos" con sus pares islámicos. "La Presidenta decidió negociar y acordar la impunidad", arremetió el propio Nisman, mientras el grueso del oficialismo reaccionaba por su movida.
Uno de los que entró en polémica, directo sólo como en casos específicos, fue Daniel Scioli, el Gobernador de la provincia.
"Es inconcebible vincular a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en un supuesto encubrimiento, cuando fue precisamente este Gobierno quien más hizo por esclarecer los criminales atentados a la AMIA y la Embajada de Israel, tal como lo ha reconocido la comunidad judía", apuntó el precandidato presidencial, en su cuenta oficial de Twitter.
No es casual que el Mandatario bonaerense saliera a marcar postura con tanta rapidez, en paralelo a otros hombres ligados a la Casa Rosada. En situaciones como esta, Scioli es generalmente blanco del kirchnerismo por supuesta tibieza a la hora de declarar, y más cuando CFK está inmiscuida en alguna polémica, pero esta vez procuró que su postura quedara asentada, sumándose a otros dirigentes.
Por caso, el flamante secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, sostuvo que el pedido de indagatoria, por la firma del Memorando de Entendimiento del 2013, es "ridículo y un manotazo de ahogado" por parte no sólo de Nisman, sino otros sectores. "Se trata de alguien que se ve que respondía a otras estructuras de la Secretaría de Inteligencia", apuntó.
"La denuncia no tiene asidero", consideró el ex senador nacional y ex ministro de Seguridad.
También habló el jefe del bloque k en la Cámara Alta nacional, Miguel Ángel Pichetto, quien tomó una postura similar y opinó que la denuncia resulta "demencial" en el actual contexto. "Creo que se ha entrado en un camino de total irracionalidad", advirtió el rionegrino y agregó que "imputar de encubrimiento por sus acciones como Presidenta de la Nación por la firma de un acuerdo y por la búsqueda de la verdad, no puede, en absoluto, ser interpretado como encubrimiento".
Por su parte, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, indicó que "el acuerdo con Irán es un acto propio que puede realizar el Poder Ejecutivo nacional, está dentro de las facultades que la Constitución le otorga a la Presidenta".
El Gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, también cruzaron a Nisman.
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